Los Cervantes se embarcaron en la goleta Sol en septiembre de 1575. A poco de zarpar, la goleta se extravió tras una tormenta que la separó del resto de la flotilla y fue abordada por tres corsarios al mando de un albanés. Tras encarnizado combate y consiguiente muerte del capitán cristiano, los hermanos cayeron prisioneros. Las cartas de recomendación salvaron la vida a Cervantes pero serían, la causa de lo prolongado de su cautiverio. Se convirtió en un esclavo. Cervantes protagonizó, durante su prisión, cuatro intentos de fuga. El 19 de septiembre de 1580, fue liberado y embarcó para España el 24 de octubre. Tenía 33 años y había pasado los últimos diez entre la guerra y la prisión, Cervantes renunció a la carrera militar. Tuvo una hija gracias al fruto de sus relaciones clandestinas con una joven casada, Ana de Villafranca. A los 37 años Cervantes se casó con Catalina de Salazar. Su primera obra importante fue La Galatea, por la cual recibió un pagó 1.336 reales. Esto animo a Cervantes a dedicarse a escribir comedias. Las dos primeras (La comedia de la confusión y Tratado de Constantinopla y muerte de Selim, escritas hacia 1585) obtuvieron relativo éxito en sus representaciones, pero Cervantes fue vencido Y alrededor de 1600 había dejado de escribir comedias, actividad que retomaría al fin de sus días.
En 1587 fue designado comisario real para la Armada Invencible. En Écija se enfrentó con la Iglesia y fue excomulgado; en Castro del Río fue encarcelado, en 1592, acusado de vender parte del trigo requisado, hasta que, al morir su madre en 1594, abandonó Andalucía y volvió a Madrid. Nombrado recaudador de impuestos, quebró el banquero a quien había entregado importantes sumas y Cervantes dio con sus huesos en la prisión, esta vez en la de Sevilla, donde permaneció 5 meses. Pero en 1605, a principios de año, apareció en Madrid El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. La fama fue inmediata, pero los efectos económicos apenas se hicieron notar. Cervantes escribió a un ritmo imparable: las Novelas ejemplares, que aparecieron en 1613; el Viaje al Parnaso, en verso, 1614. Así, enfermo y urgido, mientras impulsaba la aparición de las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados (1615), acabó la segunda parte del Quijote, que aparecería en el curso del mismo año. Así, entre el 22 y el 23 de abril de 1616 murió en su casa de Madrid.